El resultado final de esta modificación es que cualquier correo electrónico enviado por el registro de dominios, incluyendo los envió debido a un “he olvidado mi contraseña” son remitidos a la cuenta del hacker. Permitiendo de esta forma que el hacker se haga con el control del dominio, y pida una cantidad importante de dinero para devolverlo.
Gracias a servicios de WHOIS online, que revelan el propietario de un sitio web y su correo electrónico, el hacker se hace con relativa facilidad con algunos datos importante referentes al propietario del dominio que quiere atacar. A partir de este momento el hacker realiza su ataque y deja sin dominio a su victima.
Desconocemos si realmente Gmail tiene una vulnerabilidad, pero nunca está demás ser precavido, puedes echar un vistazo a los detalles completos aquí y comprobar tus filtros de Gmail. Se tarda sólo unos segundos y podrías ahorrarte unos buenos dolores de cabeza en el futuro.