Kevin Mitnick: Es mundialmente conocido como el “hacker más famoso” y por haber sido el primero en cumplir condena en una prisión por infiltrarse en sistemas de ordenadores.
Comenzó sus andanzas cuando aun era menor de edad, utilizando la práctica conocida como phone phreaking. Pese a no haberse dedicado jamás a la programación, Mitnick está totalmente convencido de que, mediante un teléfono y algunas llamadas, se pueden ocasionar daños severos. Hoy día, totalmente alejado de sus antiguas aficiones y después de pasar varias temporadas a la sombra, se dedica a asesorar en materia de seguridad a empresas multinacionales a través de su empresa Mitnick Security’
Comenzó sus andanzas cuando aun era menor de edad, utilizando la práctica conocida como phone phreaking. Pese a no haberse dedicado jamás a la programación, Mitnick está totalmente convencido de que, mediante un teléfono y algunas llamadas, se pueden ocasionar daños severos. Hoy día, totalmente alejado de sus antiguas aficiones y después de pasar varias temporadas a la sombra, se dedica a asesorar en materia de seguridad a empresas multinacionales a través de su empresa Mitnick Security’
Gary McKinnon: Este escocés de 41 años, también conocido como Solo, está considerado como el ejecutor del mayor hack de la historia de la informática a un sistema militar. No contento con esto, en los años 2001 y 2002, consiguió burlar la seguridad informática de la mismísima NASA y del Pentágono. Actualmente se encuentra en prisión e inhabilitado de acceder a un ordenador con conexión a Internet.
Vladimir Levin: Este bioquímico y matemático ruso fue acusado de haber cometido uno de los mayores robos a un banco mediante la técnica del cracking. Desde San Petersburgo, Levin consiguió transferir fondos estimados en aproximadamente 10 millones de dólares del Citibank de Nueva York a cuentas que él mismo había abierto en distintas partes del mundo. Fue arrestado por la INTERPOL en 1995 en el aeropuerto de Heathrow (Inglaterra). Aunque llegó a robar más de 10 millones de dólares fue sentenciado únicamente a 3 años de prisión .Actualmente se encuentra en libertad.
Kevin Poulsen: Si bien hoy es periodista y colabora con el rastreo de pedófilos en Internet, Poulsen acarrea a sus espaldas un intenso pasado como cracker y phreaker. El suceso que le proporcionó más notoriedad fue la toma de las líneas telefónicas de Los Angeles en 1990. Una cadena de radio ofrecía un Porsche como recompensa a quien consiguiera hacer el llamado número 102 a la radio. De más está decirlo, Poulsen fue el ganador del concurso.
Timothy Lloyd: En 1996, la compañía de servicios informáticos Omega, proveedora de la NASA y la armada estadounidense, sufría una pérdida de alrededor de 10 millones de dólares. Y no fue otro que Tim Lloyd, un empleado que había sido despedido algunas semanas antes, el causante de este desastre financiero. Lloyd dejó virtualmente activada una bomba informática en los códigos de la empresa, que finalmente detonó el 31 de julio de ese mismo año.
Robert Morris: Hijo de uno de los precursores en la creación de virus, Morris en 1988 logró infectar a, nada más y nada menos, 6000 ordenadores conectados a la red ArpaNet (uno de los pasos previos de la Internet). Lo hizo desde el prestigioso Massachussets Institute of Technology (MIT) y por sus actividades delictivas se ganó una condena de cuatro años, que fue conmutada finalmente a trabajos comunitarios.
David Smith: No todos los hackers pueden contar con el privilegio de haber sido los creadores del virus que más rápido se ha expandido en ordenadores a lo largo y ancho del globo. David Smith sí puede jactarse de eso. El padre del virus Melissa consiguió en 1999 que 100.000 cuentas de correo electrónico se vieran infectadas y colapsadas por su maliciosa creación. Smith, que por aquel entonces tenía 30 años, fue condenado y liberado bajo fianza.
MafiaBoy: Durante febrero del 2000, muchas de las empresas online más importantes de los Estados Unidos -como eBay, Yahoo o Amazon- sufrieron un desperfecto técnico denominado denial of service (negación del servicio), que les causó pérdidas por un total de 1700 millones de dólares. Pero, ¿sabían esos portales que quién había perpetrado el ataque era un canadiense de 16 años que respondía al alias de MafiaBoy?. Seguramente no, aunque no tardaron en encontrarlo, debido a la arrogancia con la que hablaba de sus fechorías a sus compañeros de colegio.
Masters of Deception (MoD): Los MoD fueron una ciber-pandilla neoyorquina de hackers que tuvieron su apogeo a principios de los 90. Escudados en diferentes alias, sus mayores ataques están relacionados con la toma de lineas telefónicas y de centrales de la naciente Internet. Durante esos años fueron históricas las “batallas de hackers” que protagonizaban contra otros grupos como Legion of Doom (LoD), donde intentaban derrotarse entre sí hasta que los ordenadores no pudieran más.