Mi acercamiento a los videojuegos fue gracias a la piratería, tengo escasos recuerdos de mi primer consola, fue la famosa “Family”, como olvidar ese color rojo y sus controles cuadrados, lo mejor de todo eran los juegos que tenía incluidos, Mario Bros, Contra, Battle City, Circus Charlie y el jamás olvidado Duck Hunt.
Un dato interesante es que el “Family” no incluía juegos, eso quiere decir que esa consola era de fabricación (según Wikipedia) china, en esa época recuerdo que poco me importaban esos temas, quiero pensar que gracias a la globalización y al ¡boom! del mercado de los videojuegos, este tipo de hecho “delictivo” se ha convertido en el pan de cada día.
Como muchos ya se habrán dado cuenta, el mercado de los videojuegos no es nada barato, tanto las consolas como el software tienen un costo muy grande y no todos pueden comprar ese tipo de productos, sin embargo, es gracias a la piratería existente en tal mercado que algunos pueden disfrutar de este tipo de entretenimiento, las compañías han hecho grandes esfuerzos para detener esta práctica, la creación de equipos más seguros, la limitación de algunas características, el formato de distribución, etc.
Pero, en realidad, ¿Es tan mala la piratería en este ámbito? Al menos desde mi caso, al iniciarme dentro del mundo de los videojuegos los productos que yo tenía acceso en su mayoría fueron de ese tipo, eso sin contar las consolas, cada juego que compraba formaba parte de este mercado, en ese tiempo nunca llegue a preocuparme si estaba bien o mal, lo que importaba era jugar, terminar el nivel y acabarse el juego.
Si no tienes dinero para conseguirte una consola te vas al lugar donde te rentan una hora por 10 pesos, y los juegos ni se diga, Play Station 2 y Xbox/360 piratas, que importa que sean así, lo que importa es tirar tu dinero y jugar, llevar a tus primos o hermanos para echar la reta, juntar entre todos para viciarse por 3 horas seguidas, al fin y al cabo importa la diversión, pero, en nuestra mente se despierta una idea, una idea que con el tiempo se va reafirmando, ¡quiero una consola!, esa idea va tomando forma y poco a poco vas buscando el modo de hacerla realidad.
Llega un momento en el que adquieres una consola, algo que toma muchos sacrificios, sudor, sangre, consigues lo que siempre has anhelado y si tienes mucha suerte esa consola viene con un videojuego incluido el cual terminas en cuestión de días los cuales pasan cual chasquido de dedos, y ahora, ¿Qué haces? ¿Donde puedes conseguir los videojuegos? Siendo tan caro algo así, ¿Cómo le hago para piratear mi consola? Tienes la opción de rentar tus juegos por una semana y dependiendo del título depende el precio, o también buscar esos juegos de segunda mano que en su mayoría valen 100 pesos menos que el original a pesar de que tenga tiempo de haber salido.
Si compras tu juego usado ¿Qué pasa con las otras características? ¿Podré entrar al multijugador? La idea de bloquear una característica a un juego de medio uso es de lo más absurda, increíblemente las empresas que fervientemente fomentan el uso de artículos originales con barreras y con limitaciones en su software son las que causan que el usuario se decante por el uso de la piratería, es más sencillo pagar 50 pesos por un videojuego que pagar 600 (usado) y aparte pagar un pase para utilizar la característica en línea, sinceramente al pagar 50 pesos no esperas que puedas hacer otra cosa más que jugar.
La piratería no es tan mala, algunas personas han optado por dejar de consumir ese tipo de productos a pesar de que iniciaron con ellos, la idea de modificar el hardware ya no es una opción tan viable por lo que prefieren comprar juegos cada vez que pueden o en cada oferta, probablemente eviten comprar juegos usados por limitaciones estúpidas pero el comprar un juego usado es una opción, el consumir piratería siempre dependerá de los limitaciones que la empresa te ponga al consumir juegos originales, si, es un vicio caro, pero no por eso debe de pertenecer a los que “tienen más”.