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Guerra de Tablets



Las tablets se han convertido en los últimos cinco años en el juguete predilecto de los amantes de la tecnología, la herramienta más cómoda para muchos profesionales, y una manera de ver el entretenimiento que atrae a todo tipo de público.
Como toda nueva “industria”, la de los dispositivos móviles ha experimentado una transformación evidente en un periodo de tiempo relativamente corto, y aunque el concepto sigue siendo el mismo, la ejecución y los formatos se han visto alterados, han evolucionado hasta convertir a las tablets en dispositivos versátiles que cumplen su objetivo tanto en el ámbito doméstico como laboral, gracias a diseños muy cómodos y sistemas operativos cada vez más avanzados.


Pero existen dos maneras de ver la industria, como bien decía ayer Steve Ballmer durante la presentación del último producto de su compañía: la más extendida es la del desarrollador de software, que crea y licencia su sistema operativo para que los fabricantes lo exploten obteniendo rédito bien en forma de licencia directa — Microsoft — como royalties por las aplicaciones desarrolladas para su ecosistema — Google — El otro punto de vista es el que hasta ahora mantenía en una posición aislada a Apple, y es la del fabricante que prepara una plataforma combinando un sistema operativo propio que se ajusta a un hardware que está diseñado entorno al software. Ahora que Microsoft ha entrado por fin en el mismo juego que la compañía de Cupertino gracias aSurface Tablet y Google planea hacer lo mismo en breve con su fabulada Nexus Tabletexistirán tres modelos tecnológicos únicos en la industria de las tablets, y es hora de analizarlas individualmente.

iPad, a la tercera va la vencida

Tres generaciones de su popular tableta, pionera de las que hoy triunfan en mayor o menor medida en el mercado, es lo que le ha tomado a Apple llegar a la — casi — perfección. Una pantalla de monstruosa resolución, procesador de doble núcleo y sobre todo un excelente maridaje entre hardware y software es lo que hacen de la tercera generación de iPad una de las máquinas más deseadas del mercado, y no sólo entre otros productos de su misma categoría.


La filosofía de Apple es bien clara: un sistema totalmente controlado — jailbreaks al margen — para ofrecer a los usuarios una “libertad vigilada” y la máxima seguridad a través de una tienda de aplicaciones en principio libre de cualquier amenaza. iOS tal y como se plantea la versión 6.0 es rápido, seguro y eficaz gracias a una base de desarrolladores muy amplia que dotan a la tableta de la manzana de una gran libertad de movimientos que de otro modo no tendría. iOS 6 incorpora características que otros ya incorporaron en sus propios entornos anteriormente, e incluso lleva a la práctica funciones muy útiles que aficionados trajeron mediante métodos no oficiales, y llegar hasta este punto no parece haber sido sencillo para los de Tim Cook.

Si algo se le puede achacar al sistema operativo de iPad es su estricto control sobre lo que hacemos, que ha llevado incluso a algunos conflictos por la política de privacidad en la compañía, solucionados a posteriori. Es, desde el punto de vista de muchos usuarios contrarios al hacer de Apple, muy restrictivo, y sólo apto para consumir contenido, no crearlo, aunque las últimas versiones del sistema y las aplicaciones oficiales de la compañía están haciendo una gran labor al respecto.

La gran ventaja de iPad 3 frente a las otras dos únicas plataformas de hardware+SO es su Retina Display, que le ofrece una definición de imagen muy alta, apta para el visionado de cualquier tipo de contenido multimedia desde imagen — fotografías, gráficos en gran resolución, revistas, etc — hasta vídeo en alta definición. No obstante esta gran ventaja puede resultar también un inconveniente, pues las exigencias energéticas del panel y el trabajo extra del procesador y GPU para mover tanto interfaz como aplicaciones a 2048x1536 píxeles de resolución han obligado a Apple a integrar una batería de mayor categoría, lo que se ha reflejado en el grosor e incluso calentamiento de la unidad. La máxima debilidad de este panel de otro modo sobresaliente, es que las aplicaciones han de ocupar un espacio en memoria interna bastante mayor debido al uso de gráficos de alta resolución, lo que hace que en algunos casos las versiones de 16GB puedan quedarse cortas incluso si no somos grandes consumidores de contenido.

Google Nexus Tablet, la sobriedad y la experiencia



Google ha hecho un gran trabajo con un sistema operativo que actualmente se integra en la práctica totalidad de tablets del mercado — que no lleven una manzana detrás — y la experiencia de cuatro grandes versiones y la observación del mercado Android durante años han otorgado a la compañía sita en Mountain View una visión generalizada de lo que el usuario quiere de los dispositivos con su sistema operativo. Android en estado puro es lo que obtendremos de la tableta de bajo coste de Google, que con una pequeña pantalla de 7 pulgadas apela a la “portabilidad” y a los servicios en la nube para lograr una plataforma completa que pueda desbancar a sus rivales.


Se dice que ASUS es la encargada de producir la Nexus Tablet para Google, y que esta se presentará en todo su esplendor con SoC Tegra 3 de cuatro núcleos durante el Google I/O que comenzará el 27 de junio. ¿La gran baza? un entorno desarrollado enteramente por la compañía responsable del software y una experiencia “Vainilla” parece la meta de Google, harta de interfaces personalizadas que pueden mermar la fluidez del S.O. y de hardware que no cumple con las exigencias mínimas del usuario. Pese a no haber sido anunciada de manera oficial está en boca de cualquier aficionado a las noticias tecnológicas, y esa es la ventaja principal con la que cuentan para introducirla en el mercado.

Muchos diríamos que Nexus Tablet no se encuentra en la misma categoría que los iPads o Surface por contar con una pantalla de tamaño inferior, pero ese es el juego de Google: presentar un dispositivo para todos pero en un formato diferente, como en su momento hizo con gran éxito Amazon al lanzar Kindle Fire. Pero el objetivo es aún mayor; con el mismo formfactor ve la apuesta de la multinacional de ventas por internet y la sube con unas especificaciones más sólidas y más opciones “multimedia”, y añade un nombre que resuena con fuerza en la cabeza de cualquiera que haya abierto un navegador web,Google.


La desventaja obviamente es el tamaño del dispositivo, que no resulta un medio óptimo como sus homólogas de 9, 10 y hasta 11 pulgadas para consumir o crear contenido a una escala mayor, a menos que tengamos vista de lince. ¿Puede pasar factura esto a Nexus Tablet? el abanico de usuarios interesados por este tipo de dispositivos es ciertamente inferior al que admira tabletas de mayor tamaño, pero esto puede hacer que el índice de éxito de la plataforma única de Google cuente con dos sectores de interés potenciales, lo que transforma ese inconveniente en una posible ventaja.

Microsoft Surface Tablet, la gran esperanza


No sería honesto si les dijera que me ha impactado la presentación de Surface; tarde o temprano, por la transformación que está experimentando la industria, Microsoft habría de sucumbir al encanto de producir hardware “mainstream” a gran escala, más allá de sistemas de videojuegos, un terreno en el que es más que exitosa. Pero de la falta de impacto a la expectación pasó muy poco tiempo, el que tardó el señor Steven Sinofsky en enseñarnos todo lo que Surface como plataforma puede ofrecer tanto a desarrolladores como profesionales de cualquier ámbito y usuarios convencionales.




Hay algo a destacar de Surface Tablet, y es el sumo cuidado que la compañía ha demostrado en cada uno de los aspectos de diseño y planificación de la tableta. La idea de dos variantes — ARM y x86 — del mismo producto es brillante y se traducirá en frentes distintos, que abogan por un estilo de uso radicalmente opuesto: el del consumo, y el de la creación. Surface for Windows RT es una de las tabletas para todos los públicos más interesantes que han llegado al panorama en mucho tiempo. Con tantos clones Android y la omnipresencia de iPad, yo esperaba como el café de cada mañana que alguien me librase del hastío y aburrimiento de ver siempre lo mismo en todas partes, y Surface, sorprendentemente y aunque mi compañero Manu opine que no aporta novedades, opinión que hasta cierto punto comparto, lo ha conseguido.

A pesar de incorporar pocas características que pudiésemos llamar revolucionarias, las que Microsoft ha mostrado han picado la curiosidad, sin lugar a dudas, de una gran parte de los consumidores interesados en tablets, porque han sabido hacerlo de un modo fluido. Si bien los accesorios presentados, parte primordial del atractivo de Surface al margen de Windows 8, pueden considerarse sólo “mejoras” de otros disponibles para la competencia, hay que admitir que esas mejoras pueden marcar la diferencia a la hora de elegir una plataforma, y ahí, en esos detalles, es donde Microsoft logra poner en buen uso el ingenio que a veces malgasta en otras líneas de producto. Los “covers” con teclado, el kickstand integrado, el uso de un stylus… no son ideas nuevas, pero se integran formando un entorno distintivo, marca de la casa.

El caso de Microsoft y Surface es similar al de Google; con un sistema que tiene que soportar múltiples configuraciones de hardware, el trabajo de optimizar una versión para su plataforma puede ser más complicado que hacerlo con una única configuración en mente. Metro ya ha mostrado en sus versiones de prueba — Developer Preview, Consumer Preview y Release Preview — que está perfectamente optimizada para su uso con interfaz táctil, y el Marketplace de aplicaciones oficial promete un sistema de filtros tan, o casi tan estricto como el del Appstore de Apple. No obstante, pese a las múltiples demostraciones de Microsoft es difícil saber si estará a la altura de los sistemas operativos móviles que llevan más tiempo en el mercado.

Estoy entusiasmado y no puedo negarlo, pero como cualquiera de sus competidores, Surface no se libra de defectos o “faltas” que considerar. La adopción del estándar USB 3.0 en la plataforma ARM habría sido de agradecer a estas alturas, y la falta de información con respecto a temas tan críticos como la duración de batería — sólo contamos con la cantidad de W/hr que la batería puede producir — o el precio de ambas versiones, tanto la basada en ARM como la x86, muy interesante desde el punto de vista del “power user”, hacen pensar que Microsoft puede guardarnos una sorpresa desagradable para el futuro. Precios como los especulados que se sitúan en torno a los 600 dólares para la versión ARM, pueden dar al traste con la plataforma Surface, a pesar de sus grandes, grandes posibilidades.

El dilema

La elección de un sistema u otro desde nuestra perspectiva — la de los usuarios — es algo muy personal, y está supeditado a muchos factores desde el precio hasta la función pasando por el formato/diseño y otras circunstancias. Aunque de algún modo son rivales directos, da la sensación de que las tres plataformas completas de Apple, Google y Microsoft pueden coexistir en un mercado en el que las necesidades específicas del usuario marcan hacia qué tipo de sistema vamos a navegar. iPad es sin duda uno de los artilugios con mayor pegada de los últimos años, y es la plataforma perfecta en el hogar y en la calle, mientras que Nexus Tablet parece hecha a mano particularmente para disfrutar en pequeño formato. Surface, por su parte, es el dispositivo versátil, y la familiaridad de Windows y la estructura de Metro UI atraerán a muchos.

Personalmente no siento predilección hacia una marca o sistema en concreto, y en su momento he tenido dispositivos de todo tipo; en lo relativo a teléfonos he pasado poriPhone 3G, Galaxy S (Android) HTC Radar (Windows Phone), y con respecto a equipos informáticos he sido el orgulloso dueño de muchos sistemas ensamblados en casa, netbooks, e incluso un iBook de 2004, todo ellos igual de útiles en cada momento, pero estoy dispuesto a admitir que después de esperar harto tiempo a que la tablet adecuada llamase a mi puerta — o a la pantalla de mi ordenador — creo que Microsoft ha dado en el clavo. Si no lo estropean, y es bastante posible que lo hagan, tarde o temprano un Surface for Windows RT será mío. ¿Y vosotros? ¿Nexus Tablet, Surface, iPad, o cualquiera de los cientos de tablets Android del mercado, quizás más baratas e igual de interesantes?

Gracias a gizmologia.com

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